lunes, 1 de agosto de 2011

Uñas largas y fuertes

¿Te sientes acomplejada por tus uñas? si es así, ha llegado de hacer algo. Aunque tengan un aspecto frágil y quebradizo, hay un amanera de lograr que sean más fuertes y largas.

Las uñas tienen prácticamente las mismas características que el cabello, y necesitan casi la misma atención. Nos lavamos las manos una media de ocho veces al día, de modo que existen ocho ocasiones en las que el agua puede penetrar en las uñas y debilitarlas. Y ello sin mencionar tareas como lavar los platos que exponen a las uñas a la acción dañina del detergente. De modo que no es de extrañar que se rompan y estropeen. La mayoría de los problemas de las uñas son un crecimiento lento y la tendencia a romperse. Sin embargo, con un poco de cuidado, usando los productos adecuados y modificando algunos de tus hábitos al arreglártelas podrás conseguir unas uñas más largas y fuertes. Descubre ahora cuál es tu tipo de uñas y después sigue nuestro consejo de experto.

Curiosidades sobre las uñas

  • Las células de las uñas están unidas por una proteína llamada queratina, que es también uno de los principales componentes del cabello. 
  • Cada uña tiene una profundidad aproximada de 100 células, y todas ellas están muertas.
  • Las uñas crecen a un ritmo de unos 3mm al mes, aunque dicho valor disminuye a edades avanzadas. 
  • Las uñas son 10 veces más porosas que la piel por lo que absorben y pierden humedad con mucha facilidad. 
  • El crecimiento de las uñas puede verse afectado por el estado de salud, la alimentación, los medicamentos que se estén tomando o el embarazo, pues durante la gestación se sabe que las uñas crecen más rápidamente. 
Debes tratar tus uñas como a tu piel o a tu cabello: si las descuidas, te delatarán.

Tipos de uñas

Si quieres llevar las uñas largas, en primer lugar debes conseguir que crezcan más fuertes, y para ello es importante conocer sus características. 

Secas y escamosas

Este tipo de uñas tienden a descamarse y abrirse. Dado que las uñas van deshidratándose con la edad y por la acción del agua fría es una buena idea tener por costumbre cuidarlas de manera regular. 

Cuidados rutinarios: a las uñas secas y escamosas les conviene una hidratación regular. Invierte en algún aceite para las uñas (da mejores resultados que una crema "dos en uno" para manos y uñas) y ten a mano un frasquito en el cuarto de baño otro en la cocina y otro en el bolso. Aplica unas gotas de aceite en las uñas y las cutículas  con un suave masaje cada vez que te laves las manos: de este modo no aparecerán áreas secas y escamosas. Un bálsamo labial puede ser una buena alternativa en caso de emergencias. 

- Consejo: Utiliza un quitaesmalte que no contenga acetona, pues esta sustancia puede deshidratar aún más tus uñas. 

Grasas y blandas

Estas uñas son suaves y flexibles, de modo que es más difícil que se rompan, aunque tienden a deshacerse en capas. Otro problema que plantean es que retienen mal la base y esmalte, que resbalan sobre la uña en lugar de adherirse a ella. 

Cuidados rutinarios: en realidad, no requieren mucha hidratación: será suficiente un masaje semanal con una crema específica sobre la uña. A diferencia de las secas y escamosas, toleran bien los quitaesmaltes que contienen acetona. Además, este tipo de uñas crecen fuertes si se les aplican productos endurecedores, sibien su uso no debe prolongarse mucho tiempo, pues podría hacer que se volvieran frágiles. 

- Consejos: evita dejar las manos en remojo durante mucho tiempo pues tus uñas se reblandecerían aún más. 

Finas y quebradizas

Estas uñas son las más débiles, y las más propensas a romperse y astillarse. Cuanto más largas son más vulnerables se hacen, y resulta casi imposible que pueda crecer más allá del extremo del dedo.

Cuidados rutinarios: las uñas quebradizas requieren hidratación cuatro veces por semana con un aceite específico para aumentar su flexibilidad y resistencia. Ten en cuenta que si te las arreglas de manera abusiva puedes debilitarlas. Puedes utilizar como base protectora un líquido endurecedor de uñas. 

- Consejo: busca productos que no contengan formaldehído ni tolueno, sustancias que hacen que las uñas se vuelvan aún más quebradizas. 

Normales

Las uñas de este tipo son fuertes y sanas, y crecen a un ritmo constante. Sin embargo requieren también cuidados regulares para mantenerse en buen estado; pueden abrirse o romperse si no se las cuida debidamente. 

Cuidados rutinarios: un masaje sobre las cutículas con una crema para uñas, realizando al menos tres veces por semana, evita que las uñas se sequen. Cada quince días, cambia la crema por un aceite específico para uñas y masajéalas durante unos cinco minutos. No es necesario un endurecedor especial, pero para que el esmalte de uñas dure más, puedes aplicar dos capas de base en lugar de una. 

- Consejo: el aceite de oliva es excelente para el cuidado de las uñas. Prueba a darte un ligero masaje una vez a la semana.

Componentes especiales 

En el mercado existen muchos productos para endurecer y alargar las uñas. He aquí lo que tienes que buscar en la etiqueta. 
  • Calcio: se utiliza en geles para que se fijen a la superficie de la uña, engrosándola y endureciéndola.
  • Diamantes: se emplean en forma de partículas diminutas para conseguir unas uñas duras como una piedra y a prueba de golpes. 
  • Teflón: se encuentra en esmaltes y bases. Ayuda a reforzar la uña y proporciona una superficie más lisa y dura. 
  • Provitamina B5: está científicamente probado que esta vitamina nutre la uña, estimula su crecimiento y mejora su aspecto. 
Cinco trucos para tener unas uñas perfectas

1. Limarlas y darles forma: para conseguir unas uñas fuertes, no te limes los lados cuando hayan crecido hasta las puntas de los dedos, dales forma cuadrada o ovalocuadrada. Cuanto más largas estén, más débiles serán. Reparar las pequeñas rasgaduras antes de que se conviertan en roturas importantes. 

2. Estimular la circulación: una buena circulación sanguínea lleva los nutrientes hasta el área donde se forma la uña y estimula su crecimiento, razón por la cual a las personas con una mala circulación sanguíneas les crecen las uñas más lentamente. Estimula la circulación con masaje regulares en torno a las cutículas. El calor reaviva la circulación, y por ello las uñas crecen más en verano. 

3. Protegerlas: las uñas largas duran más con una buena protección. Aplica una base idónea para tu tipo de uñas y seguidamente el esmalte. Un buen esmalte de uñas las fortalece en lugar de debilitarlas. Ponte guantes de goma cuando vayas a hacer las tareas del hogar y nunca uses tus uñas como herramienta. 

4. Calentarlas: al igual que el cabello, las uñas crecen más rápidamente en verano. En invierno, cuando el tiempo cambia, el crecimiento de las uñas se frena y son más propensas a deshidratarse y romperse. Ponte guantes cuando salgas a la calle y aplícate una vez a la semana un tratamiento caliente con aceite: calienta ligeramente un poco de aceite de oliva, sumerge en él los dedos durante cinco minutos y después sécalos bien.

5. Favorecer el crecimiento: hay productos que favorecen el crecimiento de las uñas y potencian su longitud. Existen una gran variedad - esmaltes, geles y cremas - y suelen contener una mezcla de proteínas, minerales y vitaminas. 

Alimentos para las uñas

Las uñas son el resultado de los nutrientes que se aportan al organismo. Si nuestra dieta es equilibrada, crecerán más fuertes y largas. 

Hierro: garantiza el buen funcionamiento de las células. Su carencia puede dar lugar a unas uñas débiles y quebradizas. Está presente, entre otros alimentos, en la carne roja, las verduras de hojas verdes y los cereales del desayuno. 

Cinc: es esencial para el crecimiento sano y regular de las uñas. Se encuentra en la carne, los cereales integrales, el arroz, las judías, la leche el queso y los huevos. 

Calcio: estimula el crecimiento de las uñas y las hace más resistentes. Está presente en la leche, el queso, el yogur, las semillas de sésamo y las verduras de hoja verde. 

Ácidos grasos omega 3: hidratan las uñas previniendo su rotura. Se encuentran en el pescado azul, como la sardina, la caballa, el salmón y la trucha. 

Proteínas: proporcionan a las uñas su estructura y resistencia básicas. El pescado, la carne, las aves, los huevos, los cereales y los frutos secos son excelentes fuentes de proteínas.

Vitamina A: estimula el crecimiento de las uñas. Está presente en la leche, el queso, los huevos, las zanahorias, las verduras de hoja verde y las frutas de color naranja, como los albaricoques y los mangos.

Biotina: hace que las uñas sean más fuertes, duras y gruesas. La leche, los frutos secos los huevos y los cereales son alimentos ricos en biotina. 

Fuente: La guía esencial de belleza de RBA

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