miércoles, 30 de marzo de 2011

Belleza y despensa

Echa un vistazo a tu despensa: está llena de productos que puedes utilizar para elaborar tus propias fórmulas de belleza.

No sólo el contenido de tu cuarto de baño puede servirte para estar más guapa: tu frigorífico y tu despensa también son fuentes de belleza de primera índole. Tienes que saber que muchos de los productos cosméticos que se comercializan incluyen en la composición ingredientes de origen alimentario, como es el caso de las cremas para las manos con proteínas lácteas y el de las limpiadoras con extractos de frutas. Si te preparas tus propios productos de belleza podrás aprovechar las propiedades de los alimentos sin añadir sustancias químicas. En estas páginas encontrarás fórmulas sencillas que podrás preparar en tu casa y descubrirás, además, que existen alimentos embellecedores que puedes utilizar directamente del tarro o del paquete.

Elaborar tus propios productos de belleza te permite conocer con exactitud su composición para adaptarlos a tus necesidades y preferencias.

Belleza segura

  • Esteriliza el tarro donde vas a guardar el producto que has preparado, hirviéndolo o utilizando una solución esterilizadora.
  • Lávate las manos antes de utilizar el producto para no dejar en él suciedad o gérmenes.
  • Haz una prueba antes de usar por primera vez un producto o un ingrediente. Aplícate un poco detrás de la oreja, cúbrete el área con un parche sanitario durante 24 horas y comprueba si se ha producido enrojecimiento o inflamación. 
Belleza en el cuarto de baño

Prepárate agradable baños aromáticos, exfóliate suavemente la piel y nútrela con alguna de nuestras cinco recetas caseras. 

Bolsita de hiervas aromáticas 

Puedes utilizar la misma bolsita varias veces. Después del tercer uso añade unas gotitas de aceite. 
  • Un puñado de hierbas aromáticas frescas o secas, como lavanda, romero o tomillo. 
  • 2 o 3 gotas de aceite esencial, en función de la hierba utilizada.
  • Un pedazo de tela fina de lino o algodón de 30 x 30 cm.
  • Cinta o cordel.
Machaca ligeramente las hierbas en el almirez para que expidan aroma. Colócalas formando un montoncito en el centro del cuadrado de tela y átalo bien con la cinta o con el cordel. Cuelga la bolsita del grifo del agua caliente y empieza a llenar la bañera, de modo que el agua corriente esparza las esencias.

- Consejo: la bolsita de hierbas para el baño puede actuar como exfoliante si le añades harina de avena, almendras molidas o leche en polvo.

Baño de avena, miel y leche

Este reconfortable baño dejará tu piel tan suave como la seda.

  • 2 cucharadas de harina de avena
  • 2 cucharadas de miel
  • 2 cucharadas de leche en polvo
  • Lavanda fresca o seca o 10 gotas de aceite esencial de lavanda.
Mezcla los ingredientes en un bol y añádelos al agua caliente de la bañera mientras ésta se va llenando. Remueve bien y deja que el agua se enfríe un poco. Sumérgete en la bañera y relájate en ella durante 10 o 15 minutos. 

Suavizante de manos con aceite de oliva 

Este sencillo tratamiento hidratante proporciona a las manos más ásperas una agradable sensación de suavidad. Se prepara en pocos minutos y sólo necesitas emplear unas gotas cada vez, de modo que te durará bastante tiempo. Guárdalo en un frasco bien cerrado. 
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 4 cucharadas de sal marina gruesa
  • 10 - 20 gotas del aceite esencial o de la mezcla de aceites que prefieras. 
Si la sal es muy gruesa, muélela ligeramente en el almirez. Mete todos los ingredientes en un frasco con tapa de rosca, ciérralo y sacúdelo. Ponte unas gotas en las palmas de las manos y frótatelas bien durante unos minutos para extender bien el producto, incluidas las muñecas. Aclárate las manos con agua caliente y sécalas con una toalla. 

- El coco suaviza la piel, y su olor es agradable. Vierte una lata de leche de coco en la bañera con agua caliente y sumérgete en ella durante 15 minutos

- Consejo: la mezcla suavizante para manos con aceite de oliva es muy buena también para los codos, las rodillas y los talones. 

Exfoliante de avena y azúcar moreno

Este preparado exfoliante limpia y suaviza la piel, al mismo tiempo que activa la circulación sanguínea.
  • 2 cucharadas de harina de avena
  • 2 cucharadas de gel de aloe vera
  • 2 cucharadas de azúcar moreno
  • 1 cucharadita de zumo de limón
Mezcla los ingredientes hasta formar una pasta suave. Empléala para masajearte la piel cuando te bañes o te duches y después aclárala bien. 

Loción suavizante para la piel

Esta loción se prepara rápidamente y es ideal para suavizar las áreas más ásperas y secas de la piel.
  • 1 cucharadita de miel
  • 1 cucharadita de aceite de oliva
  • 1/4 de cucharadita de zumo de limón
Frotate con la mezcla las manos, los codos, los talones y cualquier otra parte del cuerpo que te notes reseca. Déjala actuar durante 10 minutos y luego aclárate bien con agua. 

- Corta una hoja de aloe vera por la mitad y utiliza el gel que rezuma del interior para calmar las inflamaciones de la piel. 

Provisiones de belleza

- Aceite de oliva: Nutre y suavza la piel, y además presenta un alto contenido de antioxidantes. El mejor es el aceite de oliva virgen extra, prensado en frío y de textura ligera; cuanto más claro sea su color, más ligero será. 

- Aceite de girasol: Tiene menor consistencia que el aceite de oliva, lo cual hace que sea especialmente apropiado para las pieles grasas.

- Almendras: Son una buena fuente de vitamina E, necesaria para frenar el envejecimiento. Tritúralas en un robot o en una picadora o cómpralas ya molidas y utilízalas como exfoliante y suavizante para la piel.

- Limón: Exfolia y tonifica, aclara las uñas y la piel con manchas y es una magnífica fuente de vitamina C.

- Avena: Tanto en forma de copos como de harina, la avena tiene propiedades limpiadoras, suavizantes y calmantes, y ayuda a cuidar las pieles secas e irritadas.

- Miel: Actúa como hidratante de la piel y la deja más tersa. Puede utilizarse para tratar las pieles con granos o que presentan otros problemas.

- Sal marina: Al igual que azúcar, puede utilizarse directamente como exfoliante.

- Yogur: Exfolia, calma e hidrata.

- Hierbas aromáticas: Son potenciadoras de la belleza. Si puedes, utilízalas frescas; puedes cultivarlas en pequeñas macetas en la ventana o en el jardín de tu casa. 

Extras de belleza

Loción para los codos

Este sencillo remedio casero resulta maravillosamente eficaz para unos codos enrojecidos y estropeados. El zumo de limón aclara y da brillo a la piel, mientras que la menta tiene efecto calmante y tonificante. 
  • El zumo de medio limón
  • Un puñado de hojas de menta
Desmenuza un poco las hojas de menta y ponlas en un bol con media taza de agua hirviendo. Deja de reposar la infusión cinco minutos, después cuela el líquido y añade el zumo de limón. Aplícate la loción en los codos con un algodón y deja que se seque. Repite la aplicación tres o cuatro veces. 

Mascarilla para manos de miel y harina de avena

Esta mascarilla constituye un tratamiento rejuvenecedor fantástico para las manos secas.
  • Una clara de huevo
  • 2 cucharadas de glicerina
  • 2 cucharadas de miel
  • 2 cucharadas de agua
  • 2 cucharadas de harina de avena
Mezcla los ingredientes hasta obtener una pasta suave y homogénea. Aplícatela en las manos y déjala actuar durante 20 minutos. Lávatelas luego con agua caliente y sécatelas suavemente con una toalla, sin friccionarlas. 

- Si tienes los ojos cansados, inflamados o irritados, túmbate y ponte sobre los párpados unas rodajitas de patata o de pepino. 

Polvos corporales

Puedes utilizarlos como si se tratara de polvos de talco, después de tomar un baño y también para refrescarte los pies. 
  • 100 g de harina de maíz
  • 3 o 4 gotas de tus aceites esenciales favoritos
Vierte los ingredientes en un frasco, tápalo y agítalo bien para mezclarlos. Espera unos días para utilizar  la mezcla, pero agita el frasco periódicamente. Aplícate los polvos empleando una borla grande. 

Con fecha de caducidad

Las fórmulas de belleza caseras tienen una vida más corta que los productos que se adquieren en las tiendas, debido a que no contienen conservantes. Por este motivo, lo mejor es guardarlos en el frigorífico o en un lugar fresco y protegido de la luz. Constituyen una excepción los preparados que sólo contienen aceites, que pueden almacenarse sin ningún problema en el cuarto de baño. No debes utilizar nunca ningún producto que haya empezado a oler mal o a tener un aspecto feo.  

Fuente: La guía esencial de belleza de RBA

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