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lunes, 11 de abril de 2011
El aspecto del cuerpo y la manera de sentirlo cambian con el paso de los años. Averigua de qué manera ha afectado el tiempo a tu cuerpo y cómo puedes mantenerte en forma, por dentro y por fuera.
Tal vez te hayas preguntado ya cómo logran conversar algunas mujeres un cuerpo estupendo a pesar de que van cumpliendo años. Aunque los genes tienen un papel importante en esta cuestión, los expertos en envejecimiento están cada día más convencidos de que los hábitos de vida constituyen un factor clave para mantenerse joven y saludable durante más tiempo.
Puedes estar mejor que tus padres cuando tenían tu edad; los genes son sólo una parte de la historia: el resto está en tus manos.
La eterna juventud
Lograr la eterna juventud es una vieja aspiración de los seres humanos, pero en nuestros días la investigación nos lleva a las firmas de cosméticos y no a fuentes mágicas. En efecto, existe una lista interminable de tratamientos corporales que prometen rejuvenecer, tensar y suavizar la piel. Los componentes milagrosos son muy diversos: la ceramida, por ejemplo, un derivado de la vitamina A, ayuda a restablecer la firmeza de la piel; las proteínas hidrolizadas de la leche le dan un aspecto más terso; la cafeína tiene un efecto revitalizante instantáneo; y las vitaminas C y E protegen el cuerpo de los daños que producen los radicales libres. En todos los casos, la promesa siempre es la misma; un cuerpo de aspecto más firme y joven. Infórmate bien cuando vayas a comprar productos de este tipo, y recuerda que nada puede sustituir una buena dieta y la práctica de ejercicio.
Las cinco edades del cuerpo
El cuerpo cambia de forma natural en su camino desde esos quince años cargados de vitalidad hasta los maduros cincuenta.
A los 15 años
- Cuál es tu aspecto :
- Tu cuerpo está, en general, tonificado, aunque no hagas ejercicio de manera regular, y tienes la piel firme y resplandeciente.
- Aunque seas un poco gordita o demasiado delgada, es posible que tu cuerpo cambie de manera natural cuando alcances la madurez.
- Tienes un montón de energía física y mental, pero te cansas fácilmente, especialmente si te excedes.
- Recuperas las energías con un sueño nocturno reparador y te restableces enseguida de enfermedades e infecciones.
- Tu cuerpo produce la hormona del crecimiento (HGH) en abundancia y sus funciones están en su mejor momento.
- Formas masa muscular rápidamente y, si haces ejercicio, pierdes grasa con facilidad.
- Tu cuerpo está en su mejor momento, aún no ha alcanzado la plena madurez, los músculos son firmes y las piernas flexibles.
- Te resulta fácil perder el exceso de peso, y puedes comprobarlo en cuanto empiezas un programa de ejercicio físico.
- Tienes mucha energía, no necesitas dormir mucho y te recuperas rápidamente de los excesos.
- Es posible que empieces a notar que hay algunos alimentos que te producen trastornos digestivos.
- Tu metabolismo ha empezado a funcionar más despacio, pero eso resulta casi imperceptible porque tus órganos internos responden muy bien.
- Tus articulaciones y tus ligamentos están flexibles y fuertes.
- Estás en buena forma, aunque quizá notes que tienes que hacer un poco más de ejercicio para mantenerte bien.
- Es posible que hayas ganado peso, y también que lo hayas perdido, dependiendo de tu estilo de vida.
- Te sientes fuerte y en forma, pero puedes sufrir alguna rigidez, por ejemplo en el cuello.
- Si comes mal puedes notar cambios de humor e hinchazón; empiezas a necesitar más tiempo para recuperarte de los excesos de alcohol o de las comidas demasiado copiosas.
- Tu cuerpo ha ido produciendo gradualmente menos HGH desde que tenías 15 años, y es posible que ahora empieces a notar que los procesos de curación son un poco más lentos que antes.
- Tienes la piel menos firme y tus brazos, tus muslos y tus glúteos empiezan a estar menos tonificados.
- Tus caderas y tu cintura pueden haber perdido definición y te resulta más difícil deshacerte de esos kilitos de más.
- Algunos esfuerzos sencillos, como subir las escaleras, pueden lastimar tus rodillas.
- Eres más propensa a sufrir hinchazón.
- Te cansas con más facilidad y tardas más que antes en recuperarte después de una noche de fiesta.
- Tu metabolismo es más lento, por lo que tu capacidad para metabolizar el alcohol es menor; puedes presentar intolerancia a algunos los alimentos.
- Debes hacer ejercicio regularmente para conversar el tono muscular.
- Pueden salirte lunares nuevos.
- La piel de los codos y de las rodillas ha perdido firmeza y el cuello, los hombros y la espalda pueden parecer menos rectos y erguidos.
- Tus brazos y tus piernas parecen menos musculosos.
- Tienes menos energía física y necesitas descansar más, aunque puede costarte dormir.
- Tus articulaciones están más rígidas y puedes sentir molestias en zonas como las rodillas.
- Las comidas pesadas pueden provocarte indigestión.
- Si has tomado mucho el sol a lo largo de tu vida, tu piel puede presentar manchas, sequedad o arrugas.
- Tu metabolismo y tu sistema digestivo funcionan más lentamente; te cuesta más controlar el peso.
- Empieza ya a alimentarte bien para que puedas disfrutar de salud y belleza, ahora y en el futuro: come cinco porciones de frutas y verduras al día y lleva una dieta equilibrada de proteínas y carbohidratos.
- No dejes de practicar deporte cuando termines el instituto; haz ejercicio regularmente, como una actividad más de tu vida.
- Haz ejercicio de manera regular para que no baje el ritmo de tu metabolismo, se desarrolle el tejido muscular y no se forme grasa corporal.
- Duerme lo suficiente: si no lo haces, tu organismo no eliminará bien las toxinas y se acelerará el proceso de envejecimiento.
- Ponte el sujetador adecuado para que tu pecho mantenga una bonita forma.
- Reduce el consumo de alimentos procesados ricos en azúcares y grasas; consume carbohidratos complejos, como cereales integrales y legumbres, para reforzar los niveles de energía del cuerpo.
- Reduce la sal, la cafeína y el alcohol, come fruta y verduras en abundancia y bebe ocho vasos de agua al día para mantener la celulitis a raya.
- Un ejercicio físico de fortalecimiento dos o tres veces a la semana durante 30 minutos te ayudará a prevenir la pérdida de masa muscular y mantendrá tus huesos fuertes.
- Incluye en tu alimentación las legumbres y la leche de soja enriquecida con calcio para tener unos huesos sanos, y el pescado salud y el ojo para una buena salud cardiovascular.
- Reduce el consumo de grasas saturadas para prevenir el aumento de peso.
- Utiliza una crema reafirmante para tonificar la piel del pecho.
- Sustituye el café por té verde, que contiene antioxidantes que combaten el envejecimiento.
- Haz ejercicios aeróbicos para cargarte de energía, y practica yoga para mantenerte flexible.
- Incluye en tu dieta legumbres y verduras, leche de soja y tofu para mantener un buen equilibrio hormonal.
- Adelanta la hora de la cena para que puedas digerir los alimentos antes de que llegue la noche, cuando el metabolismo se hace más lento.
Etiquetas: La verdadera edad de tu cuerpo