domingo, 31 de julio de 2011

Cuida tu cuerpo en CASA

¿Te sientes descuidada y acumulas estrés? Un fin de semana dedicado por completo a ti misma es justo lo que necesitas.

Obsequiarte con un par de días de cuidados y de mimos puede ser la mejor manera de estimular y embellecer tu cuerpo y de desconectar de la ajetreada vida diaria. Para ello no es necesario gastar una fortuna en un centro de belleza o en un balneario; sin salir de casa, conseguirás la mayoría de los efectos beneficiosos de un fin de semana de terapia. E incluso mejor que fuera, pues podrás hacer lo que desees, invitar a quien quieras, ver tus películas preferidas y comer lo que se te antoje y cuando se te antoje. Si no dispones de todo un fin de semana, no te preocupes. Puedes disfrutar de algunos tratamientos embellecedores y revitalizantes con apenas unas horas, o incluso minutos.

Lo esencial para cuidarte en casa

Asegúrate de que dispones de toallas recién lavadas para el cuerpo y la cara y de un albornoz mullido, así como de una buena colección de tus películas favoritas, CD con música relajante y un reproductor de música que funcione con pilas, para el cuarto de baño. Reúne todo lo necesario: esponjas naturales, aceites esenciales, cristales de sal marina, aceite de oliva o para masajes, velas aromáticas o incienso, un antifaz para los ojos y los ingredientes específicos de cada tratamiento.

SÁBADO

Mañana: exfoliación total

Prepara un exfoliante con sal gruesa, aceite de oliva y unas gotas de aceite esencial de rosas. Aplícatelo por todo el cuerpo empezando por los pies y avanzando hacia el corazón. Después, ponte en la cara una loción limpiadora y retírala con un algodón. Date una buena ducha, sécate y aplícate una loción hidratante. Relájate durante unas horas y bebe mucha agua.

Tarde: mascarillas para el cabello y los pies

Prepara una mascarilla capilar de aceite esencial de rosas y aceite de hueso de albaricoque. Para la mascarilla de los pies mezcla harina de avena con miel, aceite de oliva y aceite de rosas. Llena luego una jofaina de agua caliente y sumerge en ella una bolsa de té verde y un puñado de sales de Epsom. Lávate la cabeza, aplícate la mascarilla capilar y envuélvete el pelo con film transparente y luego con una toalla. Siéntate 10 minutos con los pies sumergidos en la jofaina. Sécate los pies, aplícales la mascarilla y envuélvelos en film transparente. Ponte unos calcetines y un antifaz en los ojos, túmbate boca arriba y relájate 10 minutos; finalmente, date una ducha.

Noche: baño herbal

Prepara una tetera con una bolsita de té de jengibre, otra de té de menta y otra de manzanilla. Sírvete una taza, llena la bañera de agua caliente y vierte en ella el resto de la infusión y las bolsitas de té. Sumérgete en el baño relajante mientras respiras los saludables vapores de las hierbas y saboreas tu taza de té. Cuando salgas, sécate y aplícate una crema hidratante.

DOMINGO

Mañana: mascarilla corporal

Esta mascarilla corporal incluye algas ricas en minerales que ayudan a purificar el organismo; se venden en forma de polvos en algunas tiendas de belleza y en tiras en los supermercados. También puedes utilizar una mascarilla de arcilla lista para el uso. Comienza lavándote y secándote el cuerpo. Mezcla el polvo de algas con agua hasta formar una pasta, o reblandece las tiras de algas en agua caliente. Cúbrete el cuerpo con la preparación de algas y después con una tela fina. Envuélvete con toallas, mantén tu cuerpo bien caliente y bebe agua. Al cabo de 20 minutos, date una ducha sécate y ponte crema hidratante. ¡ATENCIÓN! NO UTILICES MASCARILLAS DE ALGAS SI TIENES PROBLEMAS DE TIROIDES.

Tarde: vahos faciales y masaje

Este tratamiento antiestrés te ayudará a detoxificar tu piel. Primero, límpiate bien el rostro. Vierte agua hirviendo en un bol, añade unas gotas de aceite esencial - de geranio si tienes la piel grasa, por ejemplo, o de manzanilla si tu piel es sensible -, inclínate sobre el bol y cubre tu cabeza con una toalla durante 10 minutos para que se abran bien los poros. Lávate la cara con agua fría sécala y aplícate una crema hidratante con un ligero masaje, trazando con los dedos círculos sobre la frente las sienes y la nariz. Después, cierra los ojos, apoya la cabeza sobre las palmas de las manos y relájate unos minutos.

Noche: masaje con piedras calientes

Con este tratamiento, el calor que transmiten las piedras penetra profundamente en los músculos contribuyendo a su relajación. Utiliza 10 piedras planas y lisas: puedes comprarlas en tiendas de jardinería; cuanto más oscuras sean, mejor retendrán el calor. Caliéntalas sumergiéndolas en agua muy caliente durante 10 minutos. Mientras tanto, mezcla un poco de aceite para masaje - prueba con aceite de hueso de albaricoque junto con tu aceite esencial para masaje - y date un masaje con la mezcla. Después de comprobar la temperatura de las piedras, frótalas una por una sobre tus piernas hacia arriba, sobre los glúteos, el estomago y a lo largo de brazos, hombros y cuello. Después pide a alguien que las coloque sobre tu columna vertebral, de modo que puedas sentir cómo su calor penetra hacia dentro; otra posibilidad es que las coloques en línea sobre una toalla, las cubras con otra toalla y te tumbes encima con cuidado, alineando tu columna vertebral sobre ellas. Al cabo de 10 minutos levántate despacio y bebe un poco de agua.

Fuente: La guía esencial de belleza de RBA

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